Ciro y Los Persas

Formación de Los Persas ( Andrés Ciro Martínez):


La formación de Los Persas comenzó con Juan Abalos, nieto de uno de los famosos hermanos Abalos, mas precisamente de Machingo. Había venido a probarse como guitarrista a Los Piojos en reemplazo de Piti, pero a pesar de lo tremendo violero que es no quedó por no saber los temas tan en detalle como el otro “finalista” que tuvimos, Juanchi. Ya nos ibamos de gira así que no había posibilidad de estar aprendiendo. Lo llamé para felicitarlo de todas formas por su calidad, una vez que había quedado afuera, y además de agradecerme la llamada, me pidió que lo tuviera en cuenta para cualquier proyecto.
No me olvidé, y a los pocos días que hicimos el show despedida del 30 de mayo de 2009 lo llamé. No tenía claro en ese momento que quería hacer exactamente, pero para mí la música siempre fue la mejor terapia, y no quería entrar en un bajón del que me costara demasiado salir. Sentía que de alguna forma debía erigir una nueva banda. Ya había pasado por pruebas de músicos con el grupo y son algo bastante engorroso. Vienen pibes que se tocan la vida llenos de ilusiones a los que hay que decirles que no, porque hay otros mejores o con una personalidad que te llega mas, y pibes que tocan mas o menos, y otros que son horribles pero que también cargan con el sueño de formar parte del asunto. Las sesiones son largas. A veces con escuchar tocar un compás queda claro que no es lo que estás buscando. A veces tocan muy bien pero son fríos. A veces la rompen con un par de estilos y cuando encarás otra cosa se caen. Mi gusto es bastante ecléctico como sabrán, nunca me gustó ceñirme a un estilo.
De todas formas mi base para un músico es el blues. Puede tocar cosas latinas o rioplatenses muy bien pero si toca bien blues y rock tiene más de la mitad de mi parecer ganado.
Así que si quería sobrellevar el bajón lo mejor posible, descargar angustias y ansiedades, componer para algo en concreto, y disfrutar de lo que son zapadas, covers, y tocar durante horas tenia que armar una banda que me convenciera.
Me parecía una tarea monumental.
Por suerte Juan lo resolvió facil y tiró de movida, una primer formación. Trajo amigos que alguna vez se cruzaron y tocaron con él, y arrancamos.
A Chucky no dudé en citarlo.
Así que en una sala alquilada de Villa Ortúzar (MCL, la recomiendo!) comenzamos a tocar temas de Pappo, los Stones, alguno de ACDC, y por supuesto de Los Piojos, mas alguna cosa que tenía dando vueltas hacía tiempo y lo que se me iba ocurriendo.
Mis ganas de comenzar una gira y reencontrarme con la gente eran tremendas, y quería acelerarlo todo para volver. Pero no era tan sencillo.
Primero fue el guitarrista que Juan había traído con él. Tocaba muy bien pero me di cuenta que no era lo que buscaba, y eso lo fui descubriendo con el tiempo y cuando tocábamos alguna composición nueva y debía poner lo suyo. Fue un bajón decirle que no iba a poder seguir y tener yo que seguir buscando. Y así empecé a probar guitarristas. Vinieron muchos y muy buenos. Y quedó el mejor, Juanjo Gaspari.
El mejor porque si bien no es el más rápido del oeste, cosa que a veces los guitarristas consideran fundamental, y que si vamos al caso para sacar chispas está don Abalos, tiene gran velocidad de comprensión de lo que le pido y un gran gusto y creatividad para tocar. Y, milagro, junto a Juan se complementan que da gusto.
Hete aquí que casi simultáneamente y en medio de tanta prueba noté que algo de la base no me satisfacía totalmente y no sabía que era.
El bajo siempre fue un instrumento difícil para mí de descular en una sala de ensayo entonces le pedí a un gran músico-científico-apasiona

do y bajista que me diera su parecer. Herr Alfred Toth. Me dijo de Broder Bastos, bajista brasilero de raza negra que Juan había traído, lo que deseaba y sospechaba que iba a oír: Es un bajista de la reputa madre. Y además, toca cosas que no las vas a escuchar por nadie de acá. Toca cosas distintas por la info que tiene, y porque es grone. ¡Vamos Broder puta qui parió caralho! ¡A gente fica gostosa! Un lujo... ya lo van a ver y oír los que no fueron a Córdoba y Rosario.
Entonces vino el bajón mayor del proceso de armado. Decirle al batero que tocó hasta entonces que iba a prescindir de él. Sobre todo porque me había caído muy bien. Pero no quería formar una banda solamente de gente que me cayera bien, sino una banda que además me arrancara la cabeza y me produjera una satisfacción absoluta, que fuera de mi gusto total y absolutamente.
Lulo puede pasarse todo un asado sin abrir la boca mas que para comer. Y cuando alguien dice que el agua fría sale caliente porque ahi arriba ¿ves el tanque? todo el día expuesto al sol, señalarlo y decir: ...y ponele rolito...
Lulo la rompe y es lo mas freak que ví de cerca. Y le pedís lo que quieras y lo toca.
Es un volcán disimulado tras una adusta timidez.
La prueba de bateros fue dura también y muchos la gastaban. Por supuesto el gremio que cuenta porcentualmente con mayores personajes no dejó de sorprendernos en varias ocasiones. Gente de palillos revolear o un chaqueño realmente muy gracioso y muy buen músico. Pero Lulo Isod quedó en el puesto.
¿Los defectos? Juan toca algo genial en un ensayo y al siguiente no recuerda lo mas mínimo, Chucky la gasta siempre pero cuando no se queda dormido en su casa, Juanjo dice haber jugado en las inferiores de Gimnasia pero a pesar de tener 25 años corre diez metros y se sofoca, Broder hace como quince años que está acá y no se entiende lo que habla y Lulo directamente no habla. Pero tienen una buena onda alucinante y suenan como la concha de la lora. “Ciro y La Concha de la Lora” hubiera sido un poco fuerte, por eso les puse “Los Persas”.